Panamá, a la vanguardia en tratamiento de cáncer colorrectal

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Panamá es reconocido como el país centroamericano que está a la vanguardia en el tratamiento de cáncer colorrectal. Su Plan Nacional de Prevención y Control de Cáncer contempla la atención a esta enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se diagnosticó en 542 personas solo en el año 2015.

Asimismo, el Instituto Oncológico Nacional (ION) cuenta con sus propias guías para el manejo de cáncer de colon y recto, basadas en la experiencia nacional, las guías americanas de la Red Comprensiva Nacional del Cáncer y las guías de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés).

Otra de las iniciativas que el país ha implementado en términos de lucha contra esta enfermedad es utilizar terapias novedosas que permitan lograr niveles de sobrevida similares a los alcanzados por los países de primer mundo, con base en la evidencia y las guías internacionales de manejo de pacientes con este tipo de tumor.

“El cáncer colorrectal afecta a toda la población del país, principalmente adultos mayores, y la mayor incidencia se concentra en la ciudad de Panamá, Herrera y Los Santos. Todos los pacientes son referidos al Instituto Oncológico Nacional, donde tienen acceso a los tratamientos que cada uno requiera de acuerdo con el avance de la enfermedad y las condiciones de la persona”, acotó el doctor Roberto Iván López, jefe del Servicio de Oncología Médica del ION. (Ver recuadro: “¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer colorrectal?”).

Según el informe de cáncer de colon, recto y ano del Ministerio de Salud del año 2014, hubo una disminución de 6,3 a 5,5 en la tasa de mortalidad de este padecimiento por cada 100.000 habitantes, en la relación de los años 2009 a 2010. “Esta disminución denota que nuestras acciones como país están bien encaminadas y nos permitirán lograr mejores niveles de sobrevida para los pacientes a mediano plazo; sin embargo, debemos lograr que todos los casos se atiendan integralmente e incluso, continuar educando a la población acerca de la importancia de un diagnóstico temprano de esta enfermedad”, continuó el doctor López.

Diagnóstico oportuno

El cáncer colorrectal es uno de los más tratables. Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, este tipo de enfermedad es curable en el 90% de los casos si se diagnostica en fase temprana y el paciente no sufre una recaída o metástasis, en los cinco años posteriores a su detección.

“Pueden pasar entre 10 y 15 años desde que las primeras células anormales comienzan a crecer en el cuerpo para convertirse en pólipos, hasta que algunos de estos –no todos son malignos- se transforman en cáncer. Ante este panorama, los especialistas refieren ciertos exámenes que permiten prevenir esta enfermedad, diagnosticarla en fase inicial -es altamente curable-, o inclusive en etapa avanzada”, comentó la doctora Vanessa Campos, gerente médico de Oncología de Roche Centroamérica y Caribe (CAC).

Entre las pruebas de diagnóstico, destacan:

  • Prueba de sangre oculta en heces (prueba de Guayaco): cuando hay presencia de sangre en las heces puede ser signo de pólipos o cáncer.
  • Examen proctológico y rectosigmoidoscopía: la parte final del intestino grueso (colon sigmoide) y el recto se evalúan a través de un tacto, que suele acompañarse de una rectosigmoidoscopía, para detectar y extraer pólipos o muestras de tejido canceroso.
  • Colonoscopía: examina todo el colon y recto. Descubre pólipos, que pueden extraerse a tiempo y sin dolor, y permite realizar biopsias. Como control general, se recomienda cada 10 años.
  • Colonografía por tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés): permite explorar el interior del colon y del recto mediante una serie de radiografías. Se usa con personas que no pueden someterse a una colonoscopía.

Algunos signos del cáncer colorrectal son: presencia de sangre en heces o sangrado por el recto, cólicos y dolor abdominal, diarrea persistente, estreñimiento o heces más delgadas, cansancio y debilidad y pérdida de peso sin explicación.

Tratamientos esperanzadores

La cirugía es el tratamiento más común de este tipo de cáncer, que se usa para remover la parte del colon o del recto afectada por esta enfermedad. Posteriormente, se aplica la quimioterapia para disminuir el riesgo de que el cáncer reaparezca.

La radioterapia también se puede emplear antes de la cirugía, para reducir el tamaño de la lesión y facilitar su extracción, o para eliminar cualquier célula cancerosa remanente luego de la operación. Este tipo de tratamiento se aplica en pacientes que no pueden someterse a una cirugía o para aliviar los síntomas de este cáncer en etapa avanzada: sangrado, dolor u obstrucción intestinal.

Las terapias dirigidas también son una forma de tratar el cáncer colorrectal, que se caracterizan por  ser medicamentos de tipo biotecnológico que atacan las células cancerosas específicas y permiten preservar las saludables. Se utilizan más que todo en casos avanzados.

“El ION es el único centro de atención oncológica en Panamá y buscamos atender a todos los pacientes con cáncer colorrectal de la mejor manera posible y con las terapias más adecuadas. Actualmente, estamos trabajando en establecer el flujo de detección y prevención en este tipo de cáncer en el país y esperamos que esté listo durante este 2017”, finalizó el doctor Roberto Iván López.

Según cifras de la OMS, alrededor de 752.731 individuos fallecieron en el año 2015 a nivel global por esta enfermedad. En Panamá, se reportaron cerca de 301 muertes.

¿Cuáles son los factores de riesgo del cáncer colorrectal?

Se desconocen las causas exactas que llevan a desarrollar el cáncer colorrectal; sin embargo, los estudios han demostrado que ciertos factores aumentan la probabilidad de padecerlo:

  • Ser mayor de 50 años.
  • Padecer de colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o diabetes tipo 2.
  • Contar con antecedentes personales de pólipos en el colon o recto y de cánceres previos de tipo colorrectal, mama, endometrio u ovario.
  • Tener historial familiar de cáncer colorrectal o de síndromes hereditarios como poliposis adenomatosa familiar y síndrome de Lynch.
  • Ingerir alimentos altos en grasa, especialmente de origen animal.
  • Practicar poco ejercicio físico.
  • Estudios recientes demostraron que los fumadores tienen entre 30% y 40% de probabilidades de fallecer a causa de cáncer colorrectal.

Fuente: Dra. Vanessa Campos, gerente médico de oncología de Roche Centroamérica y el Caribe.