La Asociación Cívica de Santeños Residentes en San Miguelito organizó conferencia de pollera como identidad nacional

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La Asociación Cívica de Santeños Residentes en San Miguelito organizó por primera vez una conferencia acerca de la pollera como identidad nacional para preservar las costumbres y tradiciones autóctonas del interior del país. El expositor fue el reconocido experto en folklore e indumentarias folklóricas, Eduardo Cano Espino. En la conferencia “Indumentarias regionales de Panamá”, se abordaron las características de la pollera de cada provincia. El experto también concluyó que las costumbres se están perdiendo por el flujo natural extranjero, la entrada de la modernidad y el desconocimiento. Asistieron al evento 40 personas, incluyendo a la representante del corregimiento de Omar Torrijos del distrito, Yoira Machado.

La conferencia de la Pollera como identidad nacional fue llevada a cabo por el magíster Eduardo Cano Espino, graduado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y con una maestría en Tejidos Planos, por la Universidad Complutense de Madrid. Este evento fue una iniciativa pionera, ya que por primera vez un grupo de santeños organizados tomó el interés de capacitar sobre la pollera como identidad nacional, de una manera técnica a la población.

El presidente de la Asociación Cívica de Santeños Residentes en San Miguelito, Darío Arrúe, dijo que “Si no tuviéramos a los interioranos en la capital del país se perderían las tradiciones y costumbres folclóricas. Se requiere de más empresas y políticas públicas que desarrollen el folklore con más rigor, ya que son muy pocos los que lo hacen en el país actualmente”. Mientras que la Fiscal de la asociación, Graciela Castillero, lo amplió al decir que el interiorano tiene sus costumbres y tradiciones desde niño, y cuando migra, se lleva con él sus costumbres a donde vaya.

La conferencia

La conferencia resumió las diferentes polleras por región. “Clasifiqué las indumentarias tradicionales femeninas en polleras de influencia europea, las polleras afro coloniales y las indumentarias de usanza regional. Las de influencia europea incluyen: las polleras de gala y montunas o indumentarias con arandelas; las polleras afro coloniales, se basan en la influencia negroide, como: pollerín de La Chorrera, el Congo y darienitas; y las indumentarias de usanza regional, que son aquellas que reemplazan el término de faena, que son: chambras, basquiñas y camisolas”, indicó el experto.

“Según mis investigaciones, la pollera panameña está inspirada, y tiene su origen en la moda europea del siglo XIX, con sus grandes escotes, vuelos, la moda del rayo en el peinado, introducido en las cortes europeas por Eugenia de Montijo, emperatriz casada con Napoleón III. Ella fue muy imitada por su elegancia y belleza y su influencia repercutió hasta en las Américas”, expresó Cano.

En Panamá, se introdujo este traje en la capital y luego se extendió al resto del país, donde se conservó. Dentro del país este traje fue adquiriendo características en cada región, ya sea por disposición de materiales, poder adquisitivo o por el tema geográfico. Las polleras eran usadas principalmente en carnavales y fiestas del pueblo, no para faena. Antes se le llamaba pollera a la falda solamente, pero ahora incluye la camisa. La pollera colonial (falda), era utilizada para cubrirse. En aquellos tiempos el costo de los tejidos era muy elevado por causa de su manufactura, así que la parte de indumentarias jerarquizaba a la poseedora. Existieron también leyes del vestir con colores, accesorios y tipos de vestimenta para las clases sociales dominantes. Por otro lado, se obligó a cambiar el vestuario tradicional por el europeo durante la colonización.

La pollera de Los Santos

“Las polleras santeñas en sus inicios eran muy sencillas, ya que se las cosían las mismas dueñas. En las polleras de labores se observa trabajos menos complicadas, el marcado y el bordado era muy populares. Se utilizaban pocos colores, y en muchas ocasiones estaba realizada en un solo color. El uso de la encajaría fina europea y el mundillo fue muy común. Se apreciaba la labor de ambas arandelas en la camisa. Los encajes tenían anchos mayores y también era muy común la utilización de telas estampadas para polleras de gala, telas blancas y algunas industriales. Y las trencillas tejidas en el mundillo tenían labores diferentes a las actuales”, dijo Cano.

En el siglo XX se pulieron las técnicas de mano de obra, el marcado, el bordado, el talco o aplique. El armado se volvió artesanal completamente. Para esa época ya se dibujaba las labores mucho más complejas, y se conservaba el tejido del mundillo. Esto convirtió al traje santeño en una indumentaria con un aspecto muy vistoso y elaborado, el cual se ha copiado en otras regiones.

Preservando el legado del país: Cosas que se deben mantener

Cano, de origen tableño, expresó que hay algunas costumbres panameñas que morirán y otras que ya han muerto, por la modernidad, la influencia extranjera, el cese de relaciones comerciales con otros países, etc. Pero en los últimos años hemos estado apelando al concepto identidad nacional con el propósito de valorar los aspectos de diferente índole que nos hacen únicos y que tenemos que preservar en su esencia para que las siguientes generaciones hagan uso y tomen provecho de ella. Muchos panameños desconocen el valor y la riqueza de su identidad nacional y consideran que adoptando las costumbres de otros pueblos o naciones están más a la moda.

El expositor señaló que hay cosas que jamás van a cambiar a través del tiempo en el uso y confección de la pollera. “Se debe mantener el color blanco en la tela de fondo que compone la pollera, se debe usar las joyas que tenemos hasta nuestra actualidad, en cantidades que permitan apreciar la labor de la camisa. Si usa tembleques, mostrar el cabello entre los tembleques, usar los accesorios tejidos en blanco, usar trencillas donde se aprecie el campo blanco y zapatos tradicionales”.

“La pollera le pertenece al país y es parte de la identidad nacional de Panamá. Panamá es más que un Canal, costas y playas. Tenemos que valorar lo que tenemos. Soy un santeño orgulloso, soy representante de las Tablas para el mundo y deseo que cada mujer tenga acceso a una indumentaria económica, linda y con identidad nacional. Para mí las polleras deberían ser populares y accesibles porque representan el pensar del pueblo. No son el pensar del pueblo o folklórico cuando la pollera no está al alcance de todas para comprarla y usarla por su alto costo, pero hay opciones menos costosas. Creo que toda dama debería poder usar una”. “Nuestra identidad son todas esas particularidades asociadas a la cosmovisión que nos hacen únicos y diferenciados de los demás pueblos, ya sea por nuestras vivencias o acontecimientos históricos, transmisión de aspectos culturales, nuestras indumentarias y forma de vestir, los sabores autóctonos de nuestra comida, la forma de saludarnos, la forma de expresarnos, el sonido de nuestra música y la historia que cuenta”. “Todo esto es un tesoro que debemos conservar, aprovechar y explotar. Un país sin identidad está condenado a su desaparición, ya que hay que saber de dónde venimos para saber a dónde vamos”. El experto indicó que actualmente hay poco presupuesto y atención por la cultura. Se necesita crear una Casa de la Cultura en Las Tablas y elevar al Instituto Nacional de Cultura a nivel de ministerio.

Arrúe, el dirigente de la asociación fue claro en que la identidad nacional se adquiere desde niños. “Nosotros, los interioranos, traemos por nacimiento en la sangre el folklore. Lo aprendemos desde niños de nuestros padres y abuelos. Crecemos viéndolos a ellos y aprendemos a amar esa visión que nuestros padres y abuelos nos enseñaron. Y queremos mantener esa visión, ya que se van adquiriendo costumbres foráneas y vamos perdiendo las nuestras”. “Los invitamos a este 10 de noviembre al Desfile de las carretas, que se lleva haciendo durante 32 años”.