La Fundación Serenamente surgió en 2016, como una luz de esperanza para aquellas personas que están librando problemas de ansiedad, depresión, trastorno de personalidad u otros padecimientos psicológicos, que les impiden llevar una vida normal.
Fue creada por Denise Bennet de Martinelli y Rolando Martinelli, en memoria de su hijo Daniel, quien luchó con diferentes padecimientos. La familia optó por honrar su memoria ayudando a aquellos que, como su hijo, son aquejados por algún trastorno.
La fundación trabaja desde hace cuatro años por la salud mental, promoviendo y dando apoyo emocional a personas que están batallando con diferentes situaciones, en este tiempo se han sumado voluntarios con experiencia y estudios en psicología, que acompañan en la búsqueda de especialistas y en mantener el contacto con las personas que los necesitan.
Los voluntarios organizan charlas en escuelas y parroquias, en zonas de difícil acceso y también con jóvenes en situaciones vulnerables y con antecedentes delictivos para ayudarles a su reinserción social. Se imparten talleres sobre el manejo de ansiedad, estrés, prevención de adicciones y el uso de sustancias nocivas.
Una de las actividades más relevantes organizadas por la fundación es la caminata por el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, que se celebra en septiembre, sin embargo debido a la contingencia sanitaria por el coronavirus se realizará de manera virtual.
Las redes sociales, por ejemplo se han convertido en un importante canal, a través del cual muchos se acercan a pedir ayuda, se les brinda asesoría y también se les incluye en grupos de atención. Por medio de Instagram Live, junto a especialistas en psicología, se abordan semanalmente diferentes temáticas relacionadas con la salud mental.
Recolecta de libros
Jaime Chérigo, coordinador de voluntarios de la Fundación Serenamente, explicó que desde que se acercaron al Centro de Custodia y Cumplimiento de Menores de la provincia de Herrera, se dieron cuenta que en el proceso de rehabilitación la mayoría de jóvenes muestra una gran afición por la lectura.
Entre los ejercicios que se realizan con los menores de edad con antecedentes delictivos, está la asignación de diferentes materiales de autoayuda, literatura clásica y textos en los que se resaltan valores. Según la psicóloga Rubiela Hernández, que colabora en el lugar, la herramienta se ha vuelto de las favoritas entre los jóvenes, al punto que se han ido quedando sin libros para explorar. La psicóloga Hernández ha laborado por años con gran compromiso y vocación en beneficio de estos jóvenes en riesgo.
Por ello, surgió de ella la idea de hacer una recolecta de libros usados o nuevos, pero que aporten valor para quienes están lidiando con diferentes problemáticas y ven en la lectura un aliciente.
“Los chicos son muy aficionados a la lectura y se han quedado sin material, queremos hacer algo por ellos”, explicó Chérigo.
La colecta, es para la organización una forma de contribuir para que más jóvenes encuentren esa paz mental tan anhelada y ellos vean que existen muchas personas interesadas en apoyar su reinserción a la sociedad.
La empresa Inversiones Tagore Panamá, S.A., aliada de la fundación, será el centro de acopio para la recolecta de libros. Está ubicada en Obarrio, Calle 60 Este con Avenida Samuel Lewis, Casa 647. Se podrá colaborar durante lo que resta de agosto y todo el mes de septiembre. El horario de recepción de libros es de 9 de la mañana a 5 de la tarde.
Serenamente recordó que cada aporte servirá para contribuir a construir un mejor futuro en la sociedad panameña.