En el marco del Mes Internacional de la Mujer Trabajadora, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) organizó el evento virtual “Mujeres científicas, redes científicas y equidad de género en la ciencia desde la experiencia española”.
La conferencista invitada fue la Dra. Eva Ortega-Paíno, directora científica del Biobanco del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ubicado en Madrid, España.
Durante el webinario, el Dr. Eduardo Ortega-Barría, secretario nacional de la SENACYT, resaltó la importancia del fortalecimiento de las redes científicas para fomentar el conocimiento y resaltar el talento científico. “Lograr el acceso y la participación plena y equitativa de la mujer en la ciencia es una tarea que nos involucra a todos. Las redes científicas son, precisamente, uno de los mecanismos que necesitamos fortalecer en nuestro país para propiciar el trabajo colaborativo, la movilidad académica, los procesos de internacionalización, la formación del recurso humano, entre muchos otros aspectos”, sostuvo.
En su intervención, la Dra. Ortega-Paíno realizó un recorrido sobre su trayectoria vital y profesional en tres países diferentes (España, Suecia y Noruega) como mujer, madre, investigadora y su volcado altruismo hacia el voluntariado dentro del asociacionismo.
Esta investigadora de nacionalidad española es doctora en Ciencias Químicas con especialización en Bioquímica y Biología Molecular, por la Universidad Complutense de Madrid. Lleva a sus espaldas un equipaje de 30 años de experiencia laboral dentro del campo de la salud, de la universidad, del sector biotecnológico, de la educación y de la gestión, tanto en proyectos nacionales como internacionales.
El evento virtual también contó con las participaciones de la Ing. Milagro Mainieri, directora de Innovación y Desarrollo de la SENACYT; y de la Dra. Luz Cruz, jefa del departamento de capacidades al investigador de dicha dirección.
EQUIDAD DE GÉNERO
Según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, casi el 30% de los investigadores científicos del mundo son mujeres.
Sobre la situación de la participación de la mujer en ciencia, tecnología e innovación en el istmo, la investigación “Diagnóstico de género sobre la participación de las mujeres en la ciencia en Panamá” (2018), financiada por la SENACYT, midió las principales inequidades de género existentes en el país entre los años 2006 y 2018. Los hallazgos muestran que la brecha de género en Panamá se ha reducido en la última década. Sin embargo, se observa que, pese a que en Panamá las mujeres invierten más en su educación que los hombres, se encontró una tendencia jerárquica que refleja que los varones tienen más ventaja que las mujeres para ocupar puestos de toma de decisiones en la ciencia, así como posiciones de mayor reconocimiento y prestigio en el sistema de ciencia, tecnología e innovación.
Sobre este tema, la conferencista hizo un especial hincapié en que existe una distribución desigual de la participación de la mujer en distintas partes del mundo. “Entre los desafíos principales está la desigualdad absoluta en puestos de responsabilidad, como directoras y rectoras a lo largo de la carrera, encontrándose barreras de ‘techos de cristal’ y ‘suelos pegajosos”, conceptos relacionados a los obstáculos que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral que las ubica en la base de la pirámide económica y que les impide ocupar un cargo directivo.
Desde su perspectiva, en los últimos años se ha dado una “clara iniciativa para romper las brechas de género” en el mundo. “Esto se ha notado principalmente desde la incorporación del sistema de cuotas, de esfuerzos conjuntos para que haya, si no paridad total, al menos representación femenina en debates, consejos directivos, entre otros”.
La educación es, a su juicio, el principal instrumento para alcanzar la equidad de género en la ciencia. “Para mí, la clave está en la educación; desde el día 1 debemos fomentar la autoestima en las mujeres, ya que muchas sienten en su piel ‘el síndrome de la impostora’ [fenómeno psicológico en el que la persona se siente incapaz de internalizar sus logros y sufre un miedo persistente de ser descubierto como un fraude]. Debemos educar a los niños en la corresponsabilidad y enseñarles que somos iguales en cuanto a distribución de tareas en el hogar y fuera de este. Es necesario eliminar estereotipos, y fomentar y dar visibilidad a los referentes femeninos en el área de ciencia”, dijo la Dra. Ortega-Paíno.
En su intervención, la investigadora resaltó que la ciencia es internacional y que no entiende fronteras. “La ciencia es un bien común que debe de revertir a la sociedad, ya que esta demanda y necesita terapias, maquinaria, vehículos, etc. Es la base para el desarrollo de un país”.
REDES CIENTÍFICAS
En su conferencia, la Dra. Ortega-Paíno, quien es la secretaria general de la Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos Españoles en el Exterior (RAICEX), destacó el valor de las redes científicas. “El asociacionismo científico permite recopilar las experiencias de los investigadores, facilitando el intercambio de conocimiento, las colaboraciones, es decir, mejorando y creciendo con un fin común que es el progreso”, destacó.
Los científicos españoles en el exterior, añade, comenzaron a asociarse con un gran auge en el Reino Unido desde el año 2012 debido a la fuga de cerebros por motivos de la crisis económica que azotó a España entre los años 2008 y 2010, y desde el año 2014, han surgido nuevas asociaciones hasta el día de hoy. “En el año 2018 nace RAICEX, una red que engloba actualmente unos 4,000 científicos e investigadores en 18 países del mundo en los 5 continentes, cuya misión es favorecer el intercambio de experiencias y conocimientos entre los investigadores y científicos españoles en el exterior y todos los agentes del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación, sirviendo como órgano asesor, canalizador de información y de las relaciones internacionales y multidireccionales en materia científica”, dijo la Dra. Ortega-Paíno, quien fue vicepresidenta de la Asociación de Científicos Españoles en Suecia, de la que ahora es su embajadora en España.
La función de la Dra. Ortega-Paíno en RAICEX consiste en interaccionar con todos los actores que sean de relevancia para que la voz de los científicos españoles en el exterior sea escuchada, labor que realiza colaborando con Radio Nacional de España (Radio Exterior), en el programa radial Punto de Enlace, donde junto con Eduardo Oliver, antiguo secretario general de la red, entrevista a compatriotas que realizan sus investigaciones en los distintos países miembros de RAICEX.
BIOBANCO DEL CNIO
En su ponencia, la investigadora también hizo alusión a su carrera científica, y al papel que desarrolla actualmente como directora científica del Biobanco del CNIO desde septiembre de 2019.
Los biobancos son uno de los elementos claves dentro de la investigación y la medicina traslacional. Los define como establecimientos que recogen material biológico y sus datos asociados para luego ser cedidos con posterioridad a científicos para que realicen sus proyectos de investigación. Los biobancos operan de tal manera que salvaguardan la integridad del paciente/donante en todo el proceso.
En el Biobanco del CNIO “estamos dando un giro al tipo de biobanco existente, modernizando la gobernanza, e incluyendo otros tipos de muestras más allá de tumores sólidos y de nuestra colección de avatares, tales como biopsias líquidas, plasmas, ADN, etc.”
Recientemente, en colaboración con el Dr. Manuel Valiente, especialista en metástasis cerebrales, la Dra. Ortega-Paíno formó parte de la creación de la Red Nacional de Metástasis Cerebral que está centrada en el CNIO, y que en colaboración con 13 hospitales nacionales de España nutrirá al Biobanco con biopsias líquidas y muestras de tejidos de metástasis cerebrales, las cuales “son muy escasas y de gran importancia para que la investigación futura en este campo presente suficiente potencia estadística para encontrar marcadores tanto diagnósticos, pronósticos como tratamientos que mejoren la salud y la calidad de vida de los pacientes».
Crédito Fotografía: José Antonio Magán Revuelta