Panamá en el uso efectivo de los equipos de tomografía sónica PiCUS 3, así como el análisis e interpretación de los tomogramas y datos asociados, para proporcionar una evaluación basada en la evidencia científica del estado interno de los árboles como parte de la gestión del bosque urbano de la ciudad de Panamá.
Javier Ballesteros, coordinador del proyecto comentó que a partir del lunes 3 de abril del 2017 se inició la enseñanza práctica en campo por el islote de Vía Argentina.
Los árboles vivos se pueden pudrir de adentro hacia afuera por la acción de hongos e insectos, dejando sólo un tronco hueco. Los mismo hongos pueden atacar a las raíces, debilitando el árbol y dejándolo susceptible a las fuerzas de lluvia y viento. Esta podredumbre puede causar la pérdida de madera en la silvicultura y la mala salud de los árboles. La comprensión de la descomposición de la madera en los bosques es motivo de especial preocupación en los trópicos, ya que se estima que los bosques tropicales albergan el 96% de la diversidad arbórea del mundo.
Gregory Gilbert, asociado de investigación en el Smithsonian en Panamá y profesor y catedrático del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad de California en Santa Cruz, es pionero en el uso del tomógrafo sónico en la región tropical para evaluar el impacto que causan los hongos en los árboles. En un artículo publicado en enero del 2017 comentó: «Todavía no sabemos en qué grado está la desintegración interna y el daño como causa de la mortalidad de los árboles. La mayor parte de la decadencia está oculta – ahora, la tomografía nos permite ver cuántos árboles aparentemente sanos están dañados en el interior»
El tomógrafo sónico envía ondas de sonido a través de los troncos de los árboles. Cuanto más tarda una onda sonora en atravesar un tronco, más dañada está la madera. Basándose en la velocidad del sonido, el tomógrafo (PiCUS 3 Sonic Tomograph, de Argus Electronic GmbH) hace una imagen con colores de una sección transversal del tronco.
El trabajo en campo y estudio será desde el Casco Antiguo hasta Juan Díaz.
La pudrición interior de esta caoba se hace visible en colores verde y marón, aunque es invisible por fuera. Imagen cortesía de Gregory Gilbert.