Prevención de los edificios enfermos para la salud de sus habitantes

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Este año Panamá será la sede de la 14ta conferencia anual de Refriaméricas y 8va de Tecnoedificios & Seguridad, en las cuales se destacarán temas sobre tendencias en la construcción, seguridad y buenas prácticas.

A nivel mundial la tendencia en construcción busca promover el uso eficiente de la energía, de los espacios, del consumo de agua, la sostenibilidad y la calidad del ambiente interior, mismo que afecta también a los habitantes de dicha infraestructura.

Uno de los temas a tratar durante el congreso será el “Control de la calidad ambiental interior para prevenir los edificios enfermos”, de la mano del Ing. José Carlos Espino, reconocido Higienista Ambiental de la empresa consultora Grupo ITS, quienes cuentan con el laboratorio de ambiente más completo de Panamá y la región.

El Control de la Calidad ambiental interior en los edificios involucra todos los componentes de un edificio que van a hacer que sus habitantes estén más cómodos: iluminación, ruido, vibraciones, aire, olores, agua, microclima (temperatura), radiaciones, partículas, etc.

Un edificio enfermo es un edificio que tiene problemas de diversas índoles y que a su vez afecta a las personas que habitan en él.  Se considera un edificio enfermo de acuerdo a los criterios internacionales cuando el 20% o más de las personas que habitan en él están presentando algunos síntomas que van desde dolores de cabeza, alergias, irritación de garganta, ojos llorosos, adormecimientos, irritación cutánea hasta reacciones alérgicas severas. Estos síntomas dependen de la condición inmunológica de la persona y por ende la severidad puede variar.

Pese a que no existen regulaciones que clasifiquen a los edificios como enfermos, actualmente se hace una evaluación del edificio, se detectan las colonias de hongos en las paredes, olores y se verifica el uso de sustancias químicas para limpieza; en base a esto se hacen las pruebas de laboratorios. Estas pruebas se realizan en un laboratorio de higiene ambiental y en el caso de Panamá se cuenta con un laboratorio muy completo desde donde se atiende Costa Rica, Centroamérica y el Caribe.

No tiene que ver con la edad de los edificios. Pueden ser, por ejemplo, edificios nuevos que tienen muchos químicos como el formaldehido que se usa como preservante para algunas superficies de los muebles, polvo de la construcción, químicos de las pinturas, etc.

Por su parte, en los edificios viejos lo que más afecta es el sistema de aires acondicionado. Este es el principal problema de un edificio, ya que puede propagar el hongo causado por la humedad y dispersarlo por todo el edificio. Los hongos son la afectación número uno de los edificios en Panamá”, advirtió el Ingeniero Espino.

Además, mencionó: “Este problema puede existir en residencias así como en espacios de uso público (bancos, hospitales y edificios públicos). Es muy importante tomar en cuenta, que con el afán de buscar la eficiencia energética muchas veces se sacrifica la ventilación correcta al hacer edificios sellados, afectando a las personas quienes también son parte del ambiente. Existen estudios que comparan el costo de ahorro energético que logra un edificio versus el costo en ausentismo por enfermedad que ocasiona la mala ventilación”.

La prevención es una herramienta importante en estos casos, entre los consejos que podemos mencionar están:

  • Las evaluaciones ambientales deben ser hechas por especialistas que conocen de control de la calidad ambiental y cuentan con laboratorios especializados.
  • Cuando se tiene este tipo de problema la reacción común es limpiar los ductos, esto no es recomendable sin la revisión previa de un especialista. La mayoría de los ductos en este país son de fibra de vidrio y al limpiarlos se dispersa en el ambiente, provocando más riesgos.
  • La solución del problema es un trabajo en equipo entre la evaluación estructural del especialista en calidad ambiental y un médico que pueda prescribir los exámenes adecuados y tratamiento para las personas afectadas.
  • Lo más importante es que el sistema de ventilación esté en óptimas condiciones para que el microclima del área sea el adecuado y evitar los cambios bruscos de temperatura.
  • La humedad relativa debe estar por debajo del 60% en interiores para evitar que los hongos y ácaros se reproduzcan.
  • El aire acondicionado debe estar limpio para evitar la dispersión de micro partículas de polvo que están en el aire y afectan las vías respiratorias. Si el sistema de aire acondicionado no está limpio y no está en óptimas condiciones la humedad sube, multiplicando así la población de hongos y ácaros que afectan paredes, piel y sistema respiratorio.
  • Cuando el sistema de AC no funciona bien y tampoco circula aire desde el exterior, se recicla el aire resultando en acumulación de CO2 (dióxido de carbono). Los niveles de CO2 aumentan en la medida que avanza el día, afectando a las personas, por ejemplo, provocando cansancio.
  • Se debe evitar la manipulación incorrecta de los ductos de los sistemas de aire acondicionado: mantener filtros en buen estado, evitar uso del cuarto de aire acondicionado como depósito, etc.
  • Cuando el edificio se va poniendo viejo y las necesidades de la empresa crecen, es importante evitar las improvisaciones que alteran la estructura y condiciones de uso original.
  • Limpieza regular de las alfombras y las cortinas de tela.

Actualmente los edificios LEED tiene regulaciones en los procesos de construcción y funcionamiento con un plan de la calidad ambiental interior. En Panamá se está tomando conciencia y se percibe cada vez más interés en las construcciones tipo LEED.