El reto fue lanzado, y junto con Guatemala y Honduras, Costa Rica trabajará para evitar que las cifras del comercio ilícito continúen aumentando e incidiendo en la economía de la región, en su seguridad y en la salud de sus habitantes. Esto por medio del Foro enfocado en luchar en conjunto contra las diferentes manifestaciones del comercio ilícito.
El Foro “COMERCIO ILÍCITO EN CENTROAMÉRICA: EXPERIENCIAS, AVANCES Y DESAFÍOS”, organizado por la Cámara Costarricense – Norteamericana de Comercio (AmCham) y el Ministerio de Hacienda de Costa Rica, reunió a representantes de Costa Rica, Honduras y Guatemala, quienes coincidieron en que este flagelo, así como las actividades de crimen organizado que financian, deben combatirse en bloque para que se logren resultados más significativos.
Como representantes de los países, participaron en el Foro: Fernando Rodríguez, Viceministro de Hacienda de Costa Rica; Irma Grissell, Fiscal Especial de la Fiscalía Especial de Propiedad Intelectual y Seguridad Informática de Honduras y Ana Elena Guzmán, Subsecretaria del Ministerio Público de Guatemala; quienes compartieron mejores prácticas y experiencias con los asistentes.
Además, se contó con la participación de Myrna Irizarry, Especialista Internacional de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
“El comercio ilícito debe ser ubicado en el sitio que le corresponde, como uno de los problemas más serios que implican la participación del crimen organizado y con más impacto en la actividad económica del sector privado. Afecta las finanzas públicas, puede tener impactos importantes en la salud de las personas, en la creación de empleo y en el cumplimiento de estándares legales para garantizar la seguridad de la población. Darle la importancia en el ámbito legal, administrativo y judicial es fundamental, de ahí la necesidad de seguir insistiendo en este tipo de actividades”, manifestó Fernando Rodríguez, Viceministro de Ingresos del Ministerio de Hacienda.
Para Dennis Whitelaw, presidente de AmCham, desarrollar esfuerzos conjuntos que coordinen acciones efectivas permitirá que el comercio ilícito en la región baje sus réditos y comience a disminuir. “En AmCham llevamos más de 10 años promoviendo iniciativas para frenar toda clase de comercio ilegal, lo que ha hecho que lleguemos a un punto en que debemos unirnos para que estas mismas acciones generen resultados maximizados en toda la región”, comentó Whitelaw.
Actualmente, el comercio ilícito se ha convertido en una acción lucrativa por el relativo bajo riesgo que poseen sus actores, lo que se traduce en grandes ganancias para las redes criminales y financiamiento del terrorismo y además, desencadena impactos negativos en la sociedad centroamericana. Hoy día se comercializa ilegalmente lotería, licores, cigarrillos, artículos de cuidado personal, llantas, alimentos, entre otros.
Para combatir este flagelo, es fundamental emular prácticas y acciones de países que han logrado judicializar y condenar casos comprobados de comercio ilícito o crimen organizado, con el fin de evitar que el contrabando, la subfacturación, la evasión fiscal, la falsificación, la piratería, y demás actividades ilícitas se magnifiquen con el paso del tiempo.
Según datos del estudio “El comercio de productos falsificados y pirateados: impacto económico a escala mundial” elaborado en el 2016 por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en el 2013, el comercio internacional de productos falsificados y pirateados representó hasta un 2.5% del comercio mundial, es decir, $461.000 millones.
De acuerdo con el estudio “Resultados del flujo fronterizo de actividades ilegales” del Global Financial Integrity, anualmente ingresan a los países de la región centroamericana entre $70.000 y $85.000 millones en mercancía provenientes del comercio ilícito, con un flujo financiero ilícito en Centroamérica de $154.532, entre los años 2003 y 2012.
Asimismo, se ha comprobado que la mayoría de productos que se comercializan como contrabando provienen de distintos países, principalmente asiáticos. Estos productos pasan por zonas libres de la región, como Panamá y Belice, para llegar listos a sus destinos. Es por esto que, en el Foro, se resaltó la necesidad de regular dichas zonas de forma apropiada para lograr un equilibrio entre el libre comercio y la lucha contra el comercio ilícito, que se aprovecha de estas zonas libres para lograr sus propósitos.
Para los tres países participantes, es fundamental la cooperación entre las distintas instituciones de cada uno de los gobiernos, para que las fuerzas de seguridad de cada país (Seguridad, Aduanas, Fiscalía, Policía, Ministerio de Salud, Ministerio de Hacienda, Economía) cuenten con los recursos necesarios para encarar cualquier acto ilícito.