La descentralización de los bancos de sangre y el bajo porcentaje de donaciones voluntarias son dos factores que afectan hoy día la disponibilidad de sangre en Panamá. La creación de un Hemocentro Nacional, es decir un establecimiento público en donde se realizan los procedimientos necesarios para la promoción, recolección, procesamiento, fraccionamiento, almacenamiento y distribución de sangre y sus componentes, se perfila como una alternativa viable para dar respuesta a este escenario.
En este contexto, desde el 30 de agosto hasta el 2 de septiembre de este año, se llevará a cabo en la ciudad el X Congreso del Grupo Cooperativo Iberoamericano de Medicina Transfusional (GCIAMT) y II Congreso de la Sociedad Panameña de Inmunohematología, Aféresis y Banco de Sangre (SPIABAS), bajo el tema “La integración del conocimiento para la solución de problemas comunes en los Servicios de Sangre”. El evento, que se realizará en las instalaciones del Hotel Wyndham Panamá Albrook Mall, contará con la participación de médicos especialistas en temas de hematología, muchos de los cuales han participado en el proceso de creación de Hemocentros en otros países.
La actividad ocurre un par de semanas después de que el pasado 14 de agosto fuera presentado ante la Asamblea Nacional un proyecto de Ley impulsado y redactado por varios actores de la sociedad civil; que promueve la creación de un Hemocentro Nacional bajo la figura de un Patronato.
Cifras del Programa Nacional de Sangre registran que en 2015 sólo 7% del total de donaciones de sangre fueron donaciones voluntarias, 5% remuneradas -lo que constituye una práctica ilegal- y casi el 88% restante por reposición. En contraposición, los índices de accidentalidad, criminalidad y urgencias médicas producto de traumas violentos que requieren de alta disponibilidad de sangre están en franco aumento cada día, al igual que la cantidad de padecimientos que requieren que los pacientes reciban con frecuencia transfusiones de un número importante de unidades de sangre.
Existen Hemocentros totalmente operativos en Canadá, Estados Unidos, México, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Chile, Uruguay y Argentina. Panamá es uno de los pocos países de la región que aún tiene la creación de un Hemocentro Nacional como tarea pendiente.
Si este proyecto alcanza estatus legal y avanza en el proceso correspondiente, los panameños tendrían la garantía de contar con hemocomponentes y servicios asociados que cumplan las especificaciones de la normativa legal vigente, con los más altos estándares de calidad, tecnología de punta que minimiza errores técnicos, al menor costo y, sobre todo, satisfaciendo la demanda de sangre en todas las zonas del país.