El nivel de polarización en las conversaciones digitales en Iberoamérica creció cerca de un 40% en los últimos años, según el informe ‘The Hidden Drug’ realizado por LLYC, firma global de Corporate Affairs y Marketing, que analizó más de 600 millones de mensajes en redes sociales. Este fenómeno ha provocado el crecimiento de posturas extremas, trayendo múltiples riesgos como la erosión de la confianza. Cualquier cuestión, por menor que sea, es susceptible de elevarse a objeto de discusión.
El miedo a procesos de cancelación o la exposición a opiniones de comunidades polarizadas está afectando al mundo de la sostenibilidad medioambiental en las empresas. En un contexto en el que la sostenibilidad se ha convertido en un driver de inversión, ya no es posible no realizar acciones de transformación en este sentido, pero la polarización está haciendo que algunas compañías evolucionen de las tensiones del ‘green washing’, hablar mucho y hacer poco, a las del ‘green hushing’ o ‘silencio verde’. Es decir, silenciar gran parte de las acciones de sostenibilidad por miedo al impacto que tengan en la conversación. Por muy auténticas y tangibles que sean sus estrategias, prefieren ejecutar sin exponerse y evitar situaciones o acusaciones comprometidas, aunque el hecho de no comunicar pueda ser un riesgo en sí mismo.
En palabras de Teresa Rey, directora de Marketing Solutions para Panamá y República Dominicana: “Hacer pero no contar implica no comprender que la reputación se construye también sobre percepciones y que, por lo tanto, una comunicación honesta y atractiva es clave para que los esfuerzos de transformación de las compañías también rindan desde una dimensión reputacional”.
En un entorno polarizado, donde además las demandas sociales están en constante evolución, LLYC presenta tres claves para hacer frente al “green hushing” y comunicar estrategias de sostenibilidad de forma efectiva: