Con motivo del 25º aniversario de la transferencia de la vía acuática a manos panameñas, el Canal de Panamá llevó a cabo un solemne acto protocolar en las escalinatas del emblemático edificio de la Administración. La ceremonia comenzó con una romería protagonizada por las bandas de guerra de los colegios Moisés Castillo Ocaña e Instituto Panamericano, quienes marcharon desde el monumento de la Llama Eterna hasta las escalinatas, marcando el inicio de una jornada llena de simbolismo patriótico.
El administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales, resaltó los logros alcanzados en estos 25 años. “Durante tres administraciones distintas, hemos trabajado bajo un objetivo común: garantizar una operación segura y continua del Canal para el mundo. Primero, demostramos la capacidad de los panameños para gestionarlo; luego, reafirmamos nuestro compromiso con la ampliación y construcción del tercer juego de esclusas. No podíamos quedarnos atrás«, destacó. El administrador también abordó los desafíos futuros, mencionando la importancia de asegurar la sostenibilidad, el suministro de agua para los panameños y para el Canal, y la necesidad de diversificar las actividades para aumentar el valor de esta ruta vital, promoviendo el talento humano y la innovación tecnológica.
En su intervención, el ministro para Asuntos del Canal, Jose Ramón Icaza, destacó el esfuerzo colectivo que ha mantenido al Canal como un pilar fundamental de la economía nacional, expresando su orgullo por los logros alcanzados durante estos 25 años de soberanía plena. “Mientras reflexionamos sobre los logros alcanzados, también miramos hacia el futuro con un firme propósito: garantizar que el Canal de Panamá siga siendo el puente que conecta al mundo, promoviendo la prosperidad para nuestra nación y para todos nuestros socios comerciales”, expresó el ministro, quien destacó la importancia de realizas las acciones que permitirán la sostenibilidad del Canal en el tiempo. “La construcción de nuevas infraestructuras, la ampliación de la capacidad operativa y la gestión responsable de los recursos hídricos son parte de nuestra estrategia para asegurar que el Canal siga siendo un referente de sostenibilidad y eficiencia”, dijo Icaza.
Durante el evento, el presidente de la República, José Raúl Mulino, se dirigió a la nación, destacando la trascendencia histórica del Canal para la soberanía y el impacto positivo en el mundo. En su discurso, el presidente enfatizó el impacto del acto de la transferencia señalando que “desde entonces ha sido motivo de orgullo, no solo los panameños, sino un ejemplo para el mundo. En nuestras manos el Canal no ha parado de crecer y son nuestros manos las que aportan para que el comercio internacional avance por un camino de progreso. Pueden estar tranquilos, en nuestras manos el Canal se va a quedar para siempre”, remarcó.
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue el reconocimiento al trabajador Miguel Guerra, el primer panameño, de origen ngöbe buglé, contratado por el Canal de Panamá tras la histórica transferencia del Canal en 1999. En este acto, el presidente José Raúl Mulino impuso a Miguel Guerra la Orden Vasco Núñez de Balboa, en reconocimiento de todos los trabajadores del Canal quienes han sido clave en la exitosa operación de esta vía interoceánica. Este homenaje subrayó el papel fundamental de los panameños en la gestión del Canal, destacando su esfuerzo y compromiso en cada etapa del proceso.
Como parte de las celebraciones, se develó una placa conmemorativa en honor a los 25 años de gestión panameña, un símbolo perdurable del liderazgo y la visión de Panamá en la administración del Canal.
Este acto protocolar reafirmó el compromiso de Panamá con la seguridad, eficiencia y relevancia mundial del Canal de Panamá, destacando la capacidad y el orgullo del pueblo panameño para gestionar una de las rutas comerciales más importantes del mundo.