El cáncer de pulmón sigue siendo la principal causa de mortalidad por cáncer en América Latina

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El cáncer de pulmón es el asesino silencioso del mundo: cobra cerca de tres vidas por minuto, 4.000 vidas por día y 1,59 millones de vidas cada año. La enfermedad es particularmente preocupante en América Latina, causando aproximadamente 74.600 muertes por año, mucho más que cualquier otro tipo de cáncer en la región.

En los países como Panamá, se espera que 431 personas mueran a causa de la enfermedad para el año 2020. Además del costo en vidas humanas, el cáncer de pulmón es un problema de salud pública significativo en los países de América Latina, donde se estima que la carga económica total actual del cáncer asciende a USD 4.500 millones. Se espera que el cáncer de pulmón cada vez tenga mayor incidencia en la región: para el 2030 habrá más de 151.000 nuevos casos de cáncer de pulmón y la enfermedad causará cerca de 135.000 muertes. Panamá representará 624 de esas fatalidades.

Si bien en las últimas décadas se han realizado grandes avances en el abordaje de esta enfermedad y se han desarrollado herramientas de diagnóstico y tratamientos más precisos y personalizados, la creciente incidencia del cáncer de pulmón en América Latina plantea importantes desafíos para la región, la cual no está preparada para atender a la enorme cantidad de pacientes ni cuenta con los recursos necesarios para ofrecerles el diagnóstico molecular de última generación adecuado y acceso a terapias dirigidas.

Gracias a las distintas investigaciones científicas de esta patología, hoy contamos con una mayor comprensión de la taxonomía de la enfermedad y sabemos que no existe «un único cáncer de pulmón», sino «distintos cánceres de pulmón» que varían en función de la genética del cáncer y el tipo de célula pulmonar a partir de la cual se origina la enfermedad. Sin embargo, la percepción pública del cáncer de pulmón como una enfermedad autoinflingida ha creado un estigma que aísla a los pacientes, creando barreras para conseguir ayuda, obtener un diagnóstico e iniciar el tratamiento de manera oportuna.

“En los últimos años, la sociedad ha ido modificando su percepción inexacta y preconcebida de que la única causa del cáncer de pulmón es el tabaquismo y que existe sólo un tipo de cáncer de pulmón”, expresó el Dr. Jorge Alatorre, especialista médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de México, en el marco del Roche Press Day, un foro educativo de periodismo científico celebrado del 4 al 6 de julio, en Buenos Aires, Argentina. «Entre un 10% y un 25% de los casos de cáncer de pulmón se observan en pacientes que nunca fumaron, explicó el Dr. Alatorre.

La biopsia líquida es un claro ejemplo de la innovación en el diagnóstico del cáncer de pulmón: consiste en realizar una simple y rápida extracción de sangre que sirve como alternativa no invasiva a las biopsias quirúrgicas. Su objetivo es revelar mutaciones genéticas específicas y guiar a los médicos en su elección del tratamiento adecuado para cada paciente de manera oportuna. Según la Dra. Isabela Werneck, jefa del Departamento de Patología Molecular Aplicada y Diagnóstico Oncológico del A.C. Camargo Cancer Center en San Pablo, Brasil, quien realizó una presentación en el Roche Press Day, las biopsias líquidas podrían cambiar las reglas de juego en el diagnóstico del cáncer de pulmón.

“Las innovaciones en la detección del cáncer de pulmón, como la biopsia líquida, permiten diagnosticar a los pacientes en una etapa inicial de la enfermedad. En este momento, el 77% de los pacientes reciben un diagnóstico de cáncer de pulmón en una etapa avanzada, cuando la posibilidad de supervivencia es menor”, explicó el Dr. Daniel Ciriano, Director Médico de Roche América Latina. «La detección temprana y la clasificación del cáncer de pulmón permiten desarrollar tratamientos adaptados a la variante específica de la enfermedad. Esta es un área de la oncología que también está en pleno proceso de innovación».

En la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) del mes pasado en Chicago, Roche presentó los resultados del estudio en fase III ALEX, que reveló que el tratamiento con alectinib disminuye significativamente el riesgo de progresión de la enfermedad en más de la mitad (53%), frente al tratamiento de primera línea tradicional en un tipo específico de cáncer de pulmón. El estudio también reveló que este componente reduce el riesgo de esparcimiento del cáncer de pulmón al cerebro o al sistema nervioso central.

«Realizamos avances continuos en la forma de abordar la enfermedad, para poder ofrecer un diagnóstico temprano a una mayor cantidad de personas, lo que significa que podrían vivir por más tiempo con la enfermedad y hasta curarse por completo», concluyó el Dr. Ciriano.