Nuestra salud cardiovascular puede ser un tema al cual no prestamos la relevancia debida ya que por lo general no presentamos ningún síntoma, o al menos eso pensamos. La enfermedad cardiovascular más común es la acumulación de placas de colesterol y calcio en las arterias del corazón, dificultando el flujo sanguíneo y afectando la cantidad de oxígeno que reciben nuestros órganos.
Síntomas a los que debemos prestar atención: falta de aire al realizar alguna actividad, dolor o presión en el pecho, taquicardia (latidos más rápido de lo normal), arritmia (ritmo irregular en los latidos cardíacos). “El infarto de miocardio – ataque cardiaco – es más frecuente entre los 45 a 65 años. Los factores de riesgo ya se han acumulado a lo largo de muchos años, para producir estos incidentes. Los hombres presentan mayor incidencia, comparado con las mujeres antes de la menopausia gracias a las hormonas femeninas. Una vez que la mujer llega a la menopausia la incidencia de la enfermedad se iguala” nos comenta el Doctor Daniel Pichel, Cardiólogo del Hospital Paitilla.
Estos factores de riesgo mencionados por el doctor Pichel son: colesterol elevado, fumar, hipertensión arterial, diabetes, vida sedentaria y obesidad. Toda persona que tenga uno de estos diagnósticos debe tener presente que parte del manejo de esa enfermedad tiene que ir enfocado en la protección de la condición cardiovascular y así evitar que la misma se desarrolle.
Que la primera manifestación de un evento cardiaco sea un infarto de miocardio, una angina de pecho o una muerte súbita sin haber tenido ninguna manifestación antes, no es frecuente. Cuando se hace una historia clínica más profunda y en detalle, por lo general salen a la luz algunos síntomas a los que no se les había dado la importancia. Sin embargo, sí puede ocurrir que la primera manifestación en una persona sea un evento mortal. “No todas las personas que mueren súbitamente o de forma repentina significa que es un infarto, esto es muy importante aclarar. Puede ser una arritmia u otra condición. Con la autopsia es que se puede definir con certeza la causa de muerte”, explicó el Dr. Pichel.
¿Técnicamente, qué pasa en un infarto?
“Dentro de la arteria hay placas de colesterol y calcio y otros elementos que obstruyen parcialmente las arterias. La placa se rompe y el colesterol entra en contacto con la sangre e inicia la cascada de coagulación, la cual produce un coágulo que obstruye totalmente la arteria provocando el infarto cuando deja de llegar oxígeno de ese punto hacia adelante. Esa caída de oxígeno genera una serie de cambios en muchos químicos dentro del corazón y se producen cambios eléctricos. Esto se puede manifestar como una arritmia súbita – taquicardia o fibrilación ventricular y deja entonces de circular la sangre de forma eficiente y por ende deja de llegar oxígeno al cerebro y la persona muere”, recalcó el especialista.
¿Qué podemos sentir en un evento cardiovascular?
Los dos síntomas más importantes y frecuentes son dolor en el pecho, pero no unas punzaditas, sino una sensación opresiva en el centro del pecho, progresiva y que dura varios minutos. Puede irradiarse a hombros, cuello, mandíbula y espalda y provocar sudoración fría, lo que le permite darse cuenta al paciente de que algo importante está sucediendo. El otro síntoma es cuando se empieza a tener súbitamente falta de aire, y la persona no tiene capacidad para realizar actividades físicas.
De acuerdo con el Dr. Pichel: “Infartos fulminantes o eventos cardiacos súbitos que producen que la persona muera siempre ha sido tema de mucha discusión. Se ha mejorado mucho ya que existe más interés y conocimiento de parte de las personas respecto a los signos de alarma. Ahora la gente busca ayuda más temprano”.
Se habla de la cantidad de personas jóvenes falleciendo de un infarto fulminante. “Un infarto al miocardio es menos probable en una persona menor a treinta años. Las personas de menor edad han tenido menos oportunidad de desarrollar vasos de circulación colateral que permitan que el tejido siga funcionando”, puntualizó el cardiólogo.
Existe otro mito con respecto a la hora que ocurren los eventos cardiovasculares. “Son más frecuentes en horas tempranas, cuando las personas se despiertan, ya que ocurre un incremento en la secreción de adrenalina en ese momento, sin embargo, hemos visto que igualmente ocurren a diferentes horas del día”, indicó.
No podemos terminar sin hablar de las opiniones que circulan sobre la incidencia de la vacuna del COVID-19 en eventos cardiovasculares. “No hay evidencia de que la vacuna de COVID-19 produzca muerte cardiovascular como un factor importante. Sin embargo, la enfermedad COVID-19 si produce eventos cardiovasculares y ha generado un incremento de eventos tanto en jóvenes como personas mayores, debido al proceso inflamatorio y activación de la coagulación, produciendo miocarditis y pericarditis que en algunos casos llevaron a la muerte. Pacientes con COVID-19 prolongado, que ya se ha catalogado como una patología, han presentado síntomas en ocasiones como palpitaciones, pérdida de memoria, hipertensión, diabetes. Todavía hay mucho por conocer del COVID-19, ya que solo han pasado 3 años desde su aparición. Se sigue estudiando y estamos seguros de que sabremos mucho más con el paso del tiempo”.
Cuando se tiene la sospecha de que pudiera haber un evento de origen cardiaco, no importa la hora que ocurra, deben acudir a un hospital, esto incrementa las posibilidades tanto de que la persona sobreviva y que sobreviva en mejor estado, con menor muerte de tejido cardiaco.