El Planeta de los Simios: La Guerra

0
2816

Hace quince años un experimento científico fallido dio origen a una especie de simios inteligentes…y a un virus que casi destruyó a la raza humana. La influenza simia, como se le llegó a conocer, llevó a la humanidad al borde de la extinción. Los sobrevivientes, los pocos que eran inmunes al virus, llegaron a envidiar a los muertos…mientras los simios continuaban prosperando en la seguridad del bosque, al norte de San Francisco…

Con el principio de su civilización creciente, los simios florecieron ante la ausencia de contacto humano…hasta que fueron descubiertos por una banda pequeña de sobrevivientes desesperados, quienes estaban tratando de establecer una nueva colonia por sí mismos. Los colónos y los simios batallaron para coexistir. Pero su paz endeble fue destrozada por Koba, un simio que no pudo resisitir cobrar venganza de sus antiguos captores. César, líder de los simios, intentó restaurar el orden, pero no pudo dar marcha atrás ante la lucha brutal que ya había comenzado.

Los colónos asediados enviaron llamadas frenéticas de auxilio, sin siquiera saber si había alguien allá afuera que pudiera escucharlas. La señal fue recibida 1300 kilómetros al norte, en la base conjunta Lewis-McChord, donde cientos de soldados se habían refugiado despues del apocalipsis viral. Estos hombres y mujeres eran todo lo que quedaba de los servicios armados de los EE UU. En respuesta al llamado, una curtida división de pelea, liderada por un condecorado coronel de las fuerzas especiales, fue enviada para unirse a la pelea. César y los simios emprendieron la retirada al bosque, pero las fuerzas humanas fueron tras ellos, determinados en destruir a los simios de una buena vez. Durante dos años, los soldados han buscado en vano a César, quien se rumora estar comandando a sus simios desde una base escondida en lo más profundo del bosque.

La GUERRA se propaga con violencia …

En El Planeta de los Simios: La Guerra, el tercer y culminante capítulo de la aclamada y taquillera trilogía, el director Matt Reeves y un reparto multiestelar le dan rienda suelta a los simios que están evolucionando rápidamente, hacia un mundo que está desbordado en divisiones y furia, una vez que la lucha simio vs. humano por el control del mundo se inclina hacia una decisión en la que el ganador se lo llevará todo. En un frenesí de realización cinematográfica, las audiencias serán testigo del momento crucial que determinará el destino de la civilización humana para siempre —y quedarán inmersos en la emotiva misión de César, líder de los simios, por liderar a su joven sociedad hacia un nuevo hogar, incluso a pesar de que una lucha entre su creencia en la familia y el honor contra la tentación de llevar a cabo un ajuste de cuentas vengativo le revuelve el alma.

En esencia, esta es la historia tanto de una última batalla militar y emocional. Una vez que la paz entre especies ha colapsado —y una banda renegada de soldados humanos lideradas por un arrogante coronel hace un ataque decisivo y sin cuartel—, César sufre una pérdida personal inimaginable y una frontera siniestra adentro de su psique es transgredida. Ahora, está luchando con impulsos despiadados y dudas turbias con respecto a su habilidad en poder inspirar a simios para que alcancen su libertad. Pero si los monos van a sobrevivir el conflicto venidero, César deberá ser su líder. En una época donde la empatía y la compasión ya casi se han desvanecido tanto en el mundo como en su corazón, César busca el coraje, el sentido de hermandad y una visión determinada para liderar a los simios hacia un futuro de esperanza.

Acción emocionante, grandes ideas y una narrativa poderosa se combinan, una vez que El Planeta de los Simios: La Guerra lleva la serie hacia nuevos ámbitos en la creación de leyendas, al explorar los valores que forjan a una civilización. Todo cobra vida gracias a la actuación más compleja e intensa de Andy Serkis hasta la fecha, como el majestuoso César, y a los efectos visuales vanguardistas de Weta Digital. De igual manera, regresan a la serie Karin Konoval como Maurice, el asesor de confianza de César, Terry Notary como Rocket, mano derecha de César, así como Judy Greer como Cornelia, esposa de César, y Toby Kebbell como Koba.

Personajes nuevos inolvidables incluyen a Woody Harrelson, nominado en dos ocasiones al Oscar®, en el papel del Coronel, un impulsivo soldado humano que sólo cree que una guerra apocalíptica puede salvar los últimos vestigios de la raza humana; Steve Zahn como Simio Malo, un mono solitario que aporta corazón y humor a los simios en sus momentos más difíciles; Amiah Miller como Nova, la niña humana que se convierte en el vínculo inesperado entre los monos y la humanidad; Aleks Paunovic como Winter, el impresionante, pero ansioso, gorila blanco; Michael Adamthwaite como Luca, el teniente gorila de César, quien forja un vínculo con Nova; y Ty Olsson como Rex, un gorila convenenciero que le hace el trabajo pesado al coronel. De igual manera, la película, que presenta más monos que nunca —incluyendo una docena de personajes clave cuando al homo sapiens se le revierte su situación—, muestra por primera vez acción de captura de actuación en montañas escabrosas y congeladas, así como en un mundo de nieve —todo captado en el espectacular formato 65mm, bajo la mirada experta del director de fotografía Michael Seresin, y montadas para una banda sonora emotiva de Michael Giacchino, ganador del Oscar®.

Para Reeves, quien regresa a la franquicia para dar el siguiente paso después de Dawn of the Planet of the Apes (El planeta de los simios: Confrontación), la ambición a gran escala del tercer filme era clara: llevar a estos simios cada vez más íntegros y capaces —pero también angustiados y cuestionados— no sólo hacia el espectáculo de una contienda absoluta, sino también hacia un territorio psicológico emotivo, una vez que César lucha por aferrarse a sus instintos más humanos.

Más que nunca, Reeves se dio cuenta que el trayecto de los monos es un reflejo de los mitos arquetípicos de la humanidad. “Cuando comienza la historia, ya no hay paz alguna con los humanos, lo que le genera a César un tipo de conflicto universal y muy emocional”, describe Reeves. “César siempre ha sido único en cuanto a que es parte simio, parte humano, pero ninguno de los dos en su totalidad. La esperanza radica en la posibilidad de que él pueda ser el puente entre las dos sociedades, pero ahora es evidente que esto no sucederá. Lo emocionante es que al explorar los dilemas internos que vive César en este momento intenso, nos permite ver una batalla que todos conocemos: la guerra entre nuestra inteligencia, nuestra empatía y nuestros instintos, y cómo todo eso forma parte de lo que define nuestra humanidad. De igual manera, así como es un viaje muy oscuro, es también una historia con mucho espíritu en ella”.

El productor Peter Chernin, quien ha sido pieza fundamental en el legado de El Planeta de los Simios desde el mero inicio de la trilogía, dice: “Desde el principio, siempre vimos esta historia como una de tres partes que comenzaba con el nacimiento de César, verlo convertirse en un héroe inocente como jefe de los simios, y después en un líder inteligente y compasivo. Sólo para ser puesto a prueba ahora, crecer y volverse todavía más heroico. En un mundo en el que monos inteligentes nacen, sabíamos que esto iba a provocar a final de cuentas un conflicto decisivo con los humanos. Hemos llegado a un lugar notable en la historia. Es la apoteosis del viaje de César —y así como lo vez batallar, puedes ver su alma. Eso fue lo que siempre quisimos hacer con esta serie: explorar el abanico completo de una forma que nos inspire y nos lleve a pensar lo que significa ser humano”.

El productor Dylan Clark, quien también produce junto con Rick Jaffa y Amanda Silver, lo resume: “El Planeta de los Simios: La Guerra es parte road movie, parte historia bélica, parte western y parte una aventura épica —pero en la esencia de todo hay una exploración emocional de un líder que amamos. Vemos a César luchar contra demonios siniestros, pero también se topa con nuevas señales de luz. Es probable que sea la parte de la historia de los simios más oscura, pero también la más esperanzadora”.