Panamá, a través de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) punto focal de la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura UNESCO, se une a los 31 países y 17 territorios en el Caribe y Regiones Adyacentes que participan del simulacro de tsunami denominado Caribe Wave 2017, con el propósito de evaluar los planes de respuesta ante un tsunami regional, aumentar la preparación ante estos eventos naturales y mejorar la coordinación y capacidad de respuesta.
Para ello, la AMP, los Puntos Focales de Tsunami en Panamá y el Comité Nacional de Tsunami, se dirigieron hasta la comunidad de Almirante, Distrito de Changuinola, provincia de Bocas del Toro, para explicarles sobre el Caribe Wave, el cual es un ejercicio que pone a prueba los procedimientos actuales del sistema de alerta contra los tsunamis, ayuda a identificar las fortalezas y debilidades operativas en cada comunidad.
En el marco de esta actividad, se desarrollaron diferentes eventos entre los que destacaron: la difusión de información a través de la participación en programas de radio y diálogos con periodistas del área, logrando despejar dudas existentes y sensibilizando sobre el tema de tsunami, además de emitir algunas recomendaciones de autoprotección en casos de sismos.
Además, previamente personal de la AMP, el Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), Club de Leones, Ministerio de Educación (MEDUCA), la Policía Nacional (PN), las Autoridades Municipales, el Ministerio de Salud (MINSA), el Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá (BCBRP) y personal de la Cruz Roja Panameña se encargaron de capacitar a la comunidad.
Logrando una capacitación efectiva de alrededor de 4 mil 25 personas que conforman la población educativa del corregimiento de Almirante, además del personal y los enlaces en el Centro de Operaciones (COE) del distrital de Changuinola y a las Juntas Locales.
Igualmente, se identificaron los sitios altos, las rutas de evacuación y el punto de reunión, todo esto con la finalidad de que la comunidad esté preparada y organizada en caso de suscitarse un evento real.
Evento: a las 9:00 a.m., personal técnico del Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, recibió el primer aviso de parte del Centro de Alerta de Tsunami, ubicado en Hawai, sobre un sismo hipotético 8.5 ocurrido cercano a la comunidad de Limón, en el hermano país de Costa Rica, procesando esta información para luego emitirla al SINAPROC, quienes proceden a avisar a la comunidad de Almirante, para realizar la evacuación.
Alrededor de mil personas, entre toda la comunidad educativa, los trabajadores de la empresa Chiquita Panama LLC, personal que labora en el Hospital de Almirante y algunos habitantes que participaron del simulacro, fueron evacuados en treinta y cinco minutos (35) aproximadamente hacia un sitio seguro, siendo escoltados por personal de las instituciones gubernamentales involucradas en el evento.
Para el jefe de la Unidad Ambiental de la AMP, Arnulfo Sánchez, quien a su vez es el vicepresidente de la Comisión Oceanográfica del Caribe, estos ejercicios comunitarios dejan un valioso aporte en cuanto a la capacitación de la población en materia de gestión integral como preparación para desastres, ya que contribuyen a desarrollar las capacidades necesarias en nuestras comunidades costeras para disminuir la vulnerabilidad de las mismas, además fortalece la coordinación interinstitucional.
“Desde el año dos mil, llevo la responsabilidad como punto focal y como presidente del Comité Nacional de Tsunami, en donde a través de la AMP se tiene una visión de mejorar cada año el sistema de alerta y prevención de tsunami, lo que nos lleva a capacitar a las comunidades costeras. Exhortamos a la población y a las autoridades para que se sumen a estos ejercicios ya que serían los primeros afectados y por su seguridad deben estar preparados en caso de darse un evento real”, señaló Sánchez.
Panamá, a través, del Caribe Wave se unió a unos 31 Estados miembros y 16 territorios en el Caribe y regiones adyacentes, incluido los Estados Unidos de Norteamérica (Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, Curacao, Dominica, República Dominicana, Francia (Martinica, Guadalupe, Guyana
Francesa, Barthelemy, San Martín), Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Méjico, Paises Bajos (Bonaire,
Saba, San Eustaquio), Nicaragua Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, Saint Vicent y Las Granadinas, Saint Maarten, Trinidad y Tobago, Reino Unido (Anguila, Islas Vírgenes, Británicas Bermudas, Islas Caimán, Montserrat y Turcos y Caicos) y Venezuela, como participante del ejercicio de respuesta ante un tsunami.
El término Tsunami es un vocablo japonés que significa ola en puerto. En Panamá se tiene documentado que el día 7 de septiembre de 1882, ocurrió un movimiento telúrico con epicentro en el Golfo de Blas, actual Guna Yala, de una intensidad de 7.9, con duración de 60 segundos, el cual generó tres fuertes replicas durante un periodo de 5 días.
Este sismo ocasionó un poderoso tsunami que afectó el Archipiélago de San Blas, además en las costas de la comarca indígena (tierra firme), se reportaron cuatro olas máximas de 3 a 4 metros, los informes de la época cifran entre 704 a 2 mil 500 fallecidos, este tsunami es considerado el que más víctimas ha dejado en Panamá y en América Central.
Otro tsunami ocurrido, pero de menos impacto, fue el de 1976 en el golfo de Panamá, que provocó oleadas en la desembocadura del río Jaqué.