Problemas cardíacos cada vez más frecuentes entre los panameños

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Pese a los esfuerzos que se realizan cada año en materia de prevención de enfermedades cardiovasculares en la población, su prevalencia  sigue en aumento y ya no son exclusivamente de adultos mayores. De acuerdo al Ministerio de Salud (Minsa), las enfermedades cerebrovasculares son la tercera causa de defunción en el país con 8.7% y las enfermedades isquémicas del corazón, la cuarta causa, con el 8.6%.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (ECV), son la principal causa de muerte en el mundo  y cobra la vida de muchas más personas que otra enfermedad. Es por eso que, en el marco del Día Mundial del Corazón, celebrado el pasado 29 de septiembre, nos unimos a la voz de alerta que hace la OMS,  para hacer un llamado  a la población considerando que la mayoría de las ECV pueden prevenirse si actuamos oportunamente sobre factores de riesgo, como; malos hábitos alimenticios, obesidad, sedentarismo, alcoholismo, etc.

El Dr. Luis Carlos Tejera, especialista en la atención de arritmias y marcapasos, explica que la insuficiencia cardíaca se encuentra entre el 1 y 2%, en la población, presentándose hasta un 8% en personas con más de 80 años. ”Si no se crea conciencia sobre esta realidad y se establecen mecanismos de prevención adecuados es muy posible que para los próximos años estas cifras se dupliquen.”.

Asimismo, el especialista señala que hay otros padecimientos del corazón que se presentan a menudo en la consulta y ameritan cuidado y atención para evitar otro tipo de complicaciones, tal es el caso de la fibrilación auricular y las fallas cardíacas.

La fibrilación auricular se refiere a las arritmias cardíacas, que pueden ser rápidas (las llamadas taquicardias, cuando la frecuencia cardíaca es mayor a 100 lpm) o lentas (las llamadas bradicardias, cuando la frecuencia cardíaca es menor a 60 lpm. En este sentido, es importante aclarar que existen las taquicardias y bradicardias sinusales, ambas fisiológicas, que no necesariamente indican enfermedad.

Por otro lado, una falla cardíaca se refiere a la incapacidad del corazón de bombear sangre rica en oxígeno en cantidades adecuadas para satisfacer las necesidades del organismo, ya sea porque el corazón tiene dificultad en llenarse de sangre de manera normal (falla cardíaca diastólica) o porque no la expulsa con la fuerza apropiada (falla cardíaca sistólica).

El Dr. Alfaro Marchena, especialista en cardiología, la obesidad aumenta las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas como hipertensión arterial (presión alta), cardiopatía coronaria (infarto de miocardio), enfermedad cardiovascular (apoplejía), enfermedad vascular periférica, insuficiencia cardíaca y miocardiopatías.

Algunos de los síntomas que nos pueden alertar son hinchazón (piernas, venas, tobillos), fatiga o cansancio, dolores en el pecho. En caso de sufrir alguno de estos signos, los especialistas recomiendan que el paciente asista a su médico de cabecera para que realice los exámenes correspondientes y este remitirá al especialista. En cuanto a tratamientos podemos mencionar que estas enfermedades actualmente se pueden tratar a través de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos atendiendo los signos en cada caso. Entre los tratamientos no farmacológicos podemos mencionar los cardioresincronizadores -con o sin desfibriladores- indicado en los pacientes con falla cardíaca.

En casos de que el tratamiento convencional no funcione al paciente, existen las técnicas de ablación y más recientemente, la crioablación, que elimina o aísla los focos generadores de arritmia mediante la aplicación de frío a través de un catéter. Este tratamiento se utiliza para atender las fallas cardiacas y la fibrilación auricular.

Tanto el Dr. Tejera como el Dr. Marchena coinciden en que un estilo de vida saludable es el mejor mecanismo para prevenir enfermedades cardiovasculares. Adicionalmente, después de los 40 años y cuando se hacen cambios de vida se recomienda hacerse revisiones periódicas para disminuir la posibilidad de aparición de enfermedades cardiovasculares.