El administrador general de la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental (AIG), ingeniero Irvin A. Halman, participó como panelista del Foro “Expectativas hacia la Función de Auditoría Interna en el Siglo XXI”, del III Congreso Nacional de Auditoría Interna, organizado por el Instituto de Auditores Internos de Panamá (IIA).
Durante su intervención, el administrador expresó que la tecnología como herramienta ofrece una gran oportunidad para el Gobierno Digital en Panamá, porque facilita hacer la gestión de auditorías a las entidades gubernamentales, identificando los riesgos pertinentes y permitiendo, mediante al análisis de datos, buscar lo que no se sabe, haciéndolo de una forma más ágil y transparente.
Resaltó que igualmente mediante la implementación de sistemas tecnológicos se pueden atender de forma más eficiente, la necesidad de la población en el tema de reducción de la burocracia.
“En el caso del Gobierno Central, se cuenta con un Sistema de Gestión Contable Financiera que lo estamos llevando también a nivel municipal, permitiendo que se haga una gran cantidad de transacciones, con trazabilidad, certeza y seguimiento de los procesos; de manera que se reduce la discrecionalidad y se da seguridad al ciudadano en lo que se refiere a igualdad de condiciones”.
Halman remarcó que la reducción de la burocracia se tiene que hacer de manera automatizada, inteligente, segura y con los riesgos que requiere, donde a medida que se ponga la data en nubes y se esté más interconectado, se debe complementar con el tema de la ciberseguridad.
“El auditor tiene que ver esos nuevos riesgos de cómo proteger la información que está en las bases de datos, de manera que exista confianza del ciudadano y de los contribuyentes, siendo clave el manejo de los sistemas, el rol del auditor, la normativa y los estándares de seguimiento para asegurar se dé ese cumplimiento”.
En el caso de Gobierno Digital, Halman resalto que ya se tienen plataformas de Datos Abiertos, Gestión de Trámites, Sistema Penal Acusatorio, Censos Agropecuarios, entre otros; donde el riesgo que se extravíe una información, expediente o documento, no existe; porque la información está almacenada en nubes, que están disponibles para que se puedan hacer proyecciones de su comportamiento y el análisis respectivo, lo que se convierte en un valor agregado.
La tecnología nos permite ver con más claridad y con luces largas donde están los riesgos y donde hay que buscar. El cambio de manual a digital se convierte en el gran desafío, sentenció Halman.