Veolia en Panamá anuncia la transición de Parques Tecnológicos Ambientales a Centros Inteligentes de Gestión Ecológica

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La preservación de los ecosistemas y el desarrollo sostenible en los territorios, se ha visto influenciada por la operación de Parques Tecnológicos Ambientales (PTA), constituídos como lugares para la disposición de residuos peligrosos y no peligrosos y que han aportado a la reducción del impacto ambiental, la remediación de suelos y el cuidado y protección de la fauna, flora, recursos naturales y comunidades aledañas.

Tras el nuevo plan del cuatrenio de Veolia y con metas claras para alcanzar la descarbonización, descontaminación y la regeneración de recursos, los PTA se transformarán en Centros Inteligentes de Gestión Ecológica, avanzando así hacia una integración más profunda de la tecnología y la digitalización en todas las operaciones de residuos.

«En lo últimos 4 años en Panamá y Colombia ya hemos dispuesto y tratado 1,2 millones de toneladas en 8 parques ambientales, además, hemos identificado 405 especies de flora y 445 especies de fauna en estos lugares, hecho que pone en evidencia nuestra capacidad técnica y operativa, pero también un interés en priorizar las acciones de cuidado por el medio ambiente, logrando así conciliar la economía con la ecología. Estamos dando el paso al siguiente nivel»,añadió Judith Buelvas, Presidenta de Veolia Colombia Panamá.

¿Cuál es el nuevo camino y en qué consiste esta transformación?

Veolia, con más de 170 años de experiencia global en gestión ambiental, será pionera en la implementación de Centros Inteligentes de Gestión Ecológica (CIGE)que representan el futuro de la gestión de residuos y la sostenibilidad ambiental del país.

El cambio a los CIGE marca un paso significativo hacia la digitalización y la aplicación de tecnologías avanzadas en la gestión ambiental, reflejándose en la calidad, la evolución de los servicios públicos y la gestión descentralizada de residuos.

El proceso, implicará la introducción de nuevos conceptos como centros de monitoreo, topografía con drones, toma digital de caudales, digitalización de básculas y medición digital de los flujos de biogás, hitos que permitirán optimizar las operaciones y tratar más tipos de recursos, asegurando eficiencia y precisión en el monitoreo ambiental y la gestión de residuos en general.

¿Dónde están ubicados actualmente los CIGE de Veolia?

El Diamante – Panamá, Distrito de La Chorrera.
Antanas – Pasto
Waira – Putumayo
La Esmeralda – Manizales
Las Bateas – Cesar
San Silvestre – Santander
Presidente – Valle
Guayabal – Cúcuta
El Diamante – Panamá
Operaciones industriales: Caribe, Sabana, La Esperanza, Occidente.

 

En el Distrito de La Chorrera y en las vastas extensiones de la naturaleza, el Centro Inteligente de Gestión Ecológica, CIGE, El Diamante, juega un papel fundamental en el mantenimiento de la biodiversidad y un refugio vital para una asombrosa variedad de vida de flora y fauna.

 

En la actualidad se cuenta con un vivero que alberga más de 100 plantas nativas, y hemos plantado más de 50 árboles en todo el país, incluyendo el árbol de Panamá, un símbolo emblemático de la flora nacional.

 

Este espacio no solo es un refugio para la vida silvestre, sino que también es el hábitat de 20 especies de aves, 4 especies de mamíferos y 3 especies de herpetos, que conviven a lo largo de un sendero ecológico de 925metros. Este sendero actúa como un equilibrio natural que facilita la sinergia entre la comunidad, los grupos de interés y la tecnología de nuestras operaciones, fomentando además la educación ambiental para quienes nos visitan.

 

«Con esta transición estamos buscando aumentar el impacto de la digitalización y descentralizar los tratamientos de residuos, de modo que podamos abordar los riesgos en compostaje, biogás, reciclaje de materiales, así como proyectos de combustible derivado de residuos. Tendremos una transición organizada y avanzaremos con más velocidad en las acciones para aportar a la economía circular», enfatizó Buelvas.

Asegurar la integración de estás acciones, no solo garantiza la salud de nuestros ecosistemas, sino que también promueve un futuro más sostenible y equilibrado.