La Educación no Puede Esperar (ECW, por sus siglas en inglés), el fondo mundial de las Naciones Unidas para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas, ha publicado hoy su nuevo informe anual de resultados, en el que se señala que las inversiones del fondo con asociados estratégicos han llegado a cerca de 7 millones de niños, ninas y adolescentes (de los cuales el 48,4% son niñas) desde que el fondo entró en funcionamiento en 2017.
De acuerdo con dicho informe, que lleva por título “Tenemos Promesas que Cumplir”, el fondo y sus asociados continúan ampliando su respuesta a las necesidades en materia de educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas en todo el mundo a pesar de los desafíos vigentes a causa de la COVID-19, los conflictos, las crisis prolongadas y los desastres relacionados con el clima.
Solo en 2021, el fondo movilizó una cifra récord de 388,6 millones de dólares. Las contribuciones totales al fondo fiduciario de ECW han alcanzado 1.1 billones de dólares. Además, en 19 países que reciben apoyo de los programas de resiliencia plurianuales de ECW, donantes y asociados han movilizado un importe acumulado adicional de más de 1 billón de dólares en nuevos fondos para programas educativos dirigidos a los mismos tipos de beneficiarios que los programas de resiliencia plurianual. Esto incluye 685 millones de dólares de inversiones estrechamente alineadas y coordinadas con los programas de resiliencia plurianual.
Solo en 2021, ECW, a través de sus alianzas estratégicas, llegó a 3,7 millones de niños, niñas y adolescentes (de los cuales un 48,9% eran niñas) en 32 países afectados por las crisis. Las intervenciones del fondo relacionadas con la COVID-19 alcanzaron a otros 11,8 millones de niños, niñas y adolescentes ese mismo año, con lo que se alcanzó una cifra de 31,2 millones de niños, niñas y adolescentes beneficiarios de intervenciones específicas de COVID-19 (de los cuales el 52% eran niñas).
El informe de resultados de ECW proporciona evidencia del progreso realizado al centrarse en enfocar la atención en los resultados de aprendizaje de calidad para los niños y niñas más marginados en situaciones de crisis. De todas las infancias beneficiarias de las inversiones de ECW hasta la fecha, la mitad son niñas, y el 43% son refugiados o desplazados internos.
El informe de resultados surge después de conocerse las nuevas y alarmantes estimaciones de ECW en junio de 2022, que indican que 222 millones de niños, niñas y adolescentes en edad escolar atrapados en crisis en todo el mundo, necesitan apoyo educativo urgentemente. Entre ellos, 78,2 millones no escolarizados y 119,6 millones que sí lo están pero que no están alcanzando las competencias mínimas en matemáticas y lectura.
“A pesar de estar avanzando, nos queda mucho por hacer. No hay ideal más poderoso que el de la educación. No hay realidad más acuciante que la de desarrollar plenamente el potencial de cada uno. Debemos cumplir nuestra promesa: garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos y todas, de conformidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 4) y las convenciones de derechos humanos”, expresó el Muy Honorable Gordon Brown, Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Educación Mundial y Presidente del Grupo Directivo de Alto Nivel de la Educación no Puede Esperar.
La Conferencia de Alto Nivel sobre la Financiación de la Educación no Puede Esperar se celebrará en Ginebra en febrero de 2023. La conferencia —organizada por Suiza y ECW y convocada conjuntamente por Alemania, el Níger, Noruega y Sudán del Sur— insta, por medio de la campaña 222 Millones de Sueños✨📚, a los gobiernos donantes, el sector privado, las fundaciones y los particulares con alto poder de inversión a traducir los compromisos en acciones a través de contribuciones financieras sustanciales a ECW.
“Los buenos resultados de ECW durante los cinco primeros años de actividad demuestran que podemos invertir la tendencia y empoderar a los niños y niñas más marginados en situaciones de crisis a base de esperanza, protección y oportunidades para recibir una educación de calidad. Podemos hacer realidad sus sueños y ayudarlos a ser enfermeros, docentes, ingenieras o científicas. Junto con nuestros asociados estratégicos, hacemos un llamamiento a los gobiernos, las empresas y los agentes filantrópicos para que contribuyan significativamente a la financiación del fondo ECW y, así, nos ayuden a hacer realidad los sueños de las niñas, niños y adolescentes más rezagados en situaciones de crisis”, afirmó la Directora de Educación no puede esperar, Yasmine Sherif.
Según el informe, ECW expandió su cartera de subsidios activos en 2021 a un total de 495,8 millones de dólares. Durante ese mismo año, se desarrollaron seis nuevos programas de resiliencia plurianuales, con lo que la cartera de programas de este tipo de EWC se amplió a un total de 24 crisis prolongadas. Estos programas con múltiples partes interesadas proporcionan un marco que favorece la coordinación, así como la financiación previsible y flexible necesaria para lograr resultados educativos de calidad en entornos de crisis prolongadas, como Afganistán, Iraq, Yemen, Siria, Sudán del Sur, Somalia o las crisis regionales del Sahel y Venezuela.
Tendencias clave
De acuerdo con el informe, los conflictos, los desplazamientos forzados, las catástrofes de origen climático y las consecuencias múltiples de la pandemia de COVID-19 impulsaron el aumento de las necesidades de educación en situaciones de emergencia, y los llamamientos para solicitar financiación ascendieron a 2..9 billones de dólares en 2021, en comparación con los 1.4 billione de 2020. Si bien en 2021 se registró una cifra récord de 645 millones de dólares como resultado de los llamamientos de financiación para la educación, el déficit de financiación total aumentó en un 17%, al pasar del 60% en 2020 al 77% en 2021.
En el informe se señalan varias tendencias alarmantes, entre las que se incluyen un aumento en la magnitud, gravedad y prolongación de los conflictos y las crisis, ataques continuos a la educación, y cifras récord de desplazamientos provocados por el cambio climático, los conflictos y otras emergencias. La pandemia de COVID-19 también ha intensificado la crisis global del aprendizaje. En 2020 y 2021, 147 millones de niños y niñas faltaron a más de la mitad de las sesiones de enseñanza presencial, y es posible que hasta 24 millones de estudiantes no regresen nunca a la escuela, según las Naciones Unidas.
Aspectos destacados del informe anual de resultados
- Está aumentando el número de subsidios de ECW que registran una mejora de los niveles de aprendizaje académico o socioemocional: un 53% de los subsidios que miden los niveles de aprendizaje muestran pruebas sólidas de un aumento de estos niveles, en comparación con el 23% de los subsidios activos en 2020.
- El porcentaje de infancias que se benefician de servicios de educación preescolar y educación secundaria ha aumentado considerablemente. De todos los niños y niñas beneficiarios de ECW, el porcentaje de aquellos que se benefician de servicios de educación preescolar creció del 5% en 2019 al 9% en 2021; y el de los que se benefician de servicios de educación secundaria pasó de un 3% a un 11% en el mismo período.
- El 92% de los programas que reciben apoyo del fondo ECW y generan datos señalaron una mejora de la paridad de género.
- Cada vez más niñas y niños completan su educación y/o pasan al siguiente curso o nivel, con un índice de finalización ponderado del 79% y una tasa de transición del 63%.
- En 2021, cerca de 27.000 docentes (de los cuales el 52% eran mujeres) recibieron capacitación y demostraron un aumento de sus conocimientos, habilidades y rendimiento.
- Más de 13.800 espacios de aprendizaje ofrecen en la actualidad actividades de salud mental o apoyo psicosocial, y el número de docentes que han recibido capacitación en materia de salud mental y apoyo psicosocial se duplicó en 2021 hasta alcanzar los 54.000.