Panamá reitera solicitud de apoyo internacional para atender flujo de refugiados y migrantes

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A pesar de los enormes retos, Panamá  mantiene  una política basada en la solidaridad, afirmó el viceministro de Gobierno, Juan Francisco Borrell este 15 de octubre, durante la 75 sesión del Comité Ejecutivo del Alto Comisionado  de Naciones Unidas para los Refugiados  (ACNUR).

En la sesión plenaria  que se  desarrolla en Ginebra Suiza,  Borrell destacó que “atender de manera eficaz las causas y consecuencias de los grupos mixtos que llegan a Panamá en situación irregular representa un desafío crítico para nuestro país; por ello, hacemos un llamado a la solidaridad y cooperación internacional, la cual debe ser compartida y equilibrada para encontrar soluciones sostenibles a largo plazo”.

Asegura que en materia de refugio, se refuerza  nuestras capacidades para garantizar derechos fundamentales a las personas en búsqueda de protección internacional, en estrecha colaboración con el ACNUR y la sociedad civil.

“Panamá cuenta con un marco legal que protege de manera especial a las mujeres, pues nuestra legislación incluye el género como causal para la solicitud de refugio, siendo pioneros en la región. Hemos fortalecido la Protección de niños, niñas y adolescentes; además estamos atendiendo la salud mental de refugiados y migrantes”, agregó el Viceministro.  

Destacó que el Ministerio de Gobierno, en colaboración con el Ministerio de Salud, ha desarrollado un protocolo integral de salud mental destinado a la atención de personas refugiadas en Panamá.  Este protocolo, alineado con los principios de derechos humanos y con un enfoque intercultural, garantiza el acceso a servicios de salud mental especializados para abordar los traumas y el estrés derivado de la situación de desplazamiento.

Borrell fue enfático en señalar que el flujo migratorio de más de 500 mil personas en el 2023, y alrededor de 300 mil en lo que va de este año, ha tenido un profundo impacto a nivel nacional,  en particular, en el parque nacional del Darién; que es nuestra principal reserva forestal y pulmón ecológico. El daño ambiental causado es de una magnitud incalculable que afecta de manera directa a nuestros pueblos originarios.