Lactancia Materna: El vínculo más natural y saludable desde el principio de la vida

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La leche materna es el alimento ideal para los bebés durante sus primeros seis meses de vida, ya que contiene la cantidad exacta de grasas, azúcares, agua, proteínas y otros nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo, según la Organización Mundial de la Salud y las Sociedades Pediátricas. Además, favorece el apego madre-hijo y promueve el desarrollo neurológico del bebé.

Hospiten Paitilla, parte de la red hospitalaria internacional Hospiten con presencia en varios países, se une a la campaña de La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra cada año en agosto.

El calostro es la primera leche que produce la madre, rica en proteínas y anticuerpos, balanceada en macro y micronutrientes. Es fundamental para el desarrollo físico e integral del bebé, ya que, los nutrientes que contiene son altamente aprovechados por el organismo del recién nacido, y juega un factor importante en la prevención de procesos infecciosos y alérgicos al fortalecer su sistema inmune.

En los primeros días tras el nacimiento, una de las principales dificultades puede ser lograr un buen agarre del bebé al pecho. Si no se logra pronto, puede causar dolor y posibles lesiones a la madre, además de una alimentación inadecuada para el bebé.

La doctora Bella Guerra, Pediatra Neonatóloga de Hospiten Paitilla, recomienda que, durante los primeros días tras el nacimiento del bebé, las madres mantengan una adecuada hidratación, guarden reposo y sigan una dieta equilibrada, rica en grasas saludables. También destaca la importancia de promover la lactancia materna a libre demanda y velar por el bienestar emocional de la madre. “Un entorno tranquilo y el apoyo de la familia resultan clave, ya que el estrés puede afectar la producción de leche y dificultar la lactancia. Por ello, se aconseja crear un ambiente de calma y priorizar el cuidado integral de la madre”, afirma.

Entre los beneficios de la lactancia materna se destacan: que favorece el apego entre madre e hijo, funciona como método anticonceptivo natural cuando se realiza a libre demanda y ayuda a la madre a perder peso tras el embarazo. Además, su composición se adapta a las necesidades específicas del bebé, incluso si es prematuro, es el alimento más adecuado para el bebé.

“La leche materna contiene los nutrientes esenciales que el bebé necesita. Su composición varía si el bebé es prematuro o a término, adaptándose a sus necesidades. Además, proporciona inmunoglobulinas que refuerzan la inmunidad del recién nacido, especialmente al nacer con defensas bajas”, explica la pediatra.

La lactancia materna adecuada contribuye al apego y al neurodesarrollo del bebé. Además, reduce la incidencia de vómitos, diarrea e infecciones respiratorias, tan comunes en nuestro país.

Luego de los seis primeros meses de vida, se introduce la alimentación complementaria en los bebés, y la continuación de la lactancia se mantiene hasta que la madre así lo decida, señala la Dra. Guerra.

Desmontando mitos comunes

Existen muchos mitos, por ejemplo, “Hay que tomar leche para producir leche”: Falso. La producción depende del estímulo al amamantar y de la liberación de hormonas. Lo fundamental es que la madre esté tranquila, tome agua y siga una dieta equilibrada y nutritiva. “No se puede comer ciertos alimentos o medicamentos” Tampoco es cierto, salvo en casos con indicación médica específica.

Para prevenir infecciones respiratorias en el bebé y la madre, es importante limitar las visitas, evitar el contacto con personas resfriadas y lavarse las manos antes de tocar al bebé. La madre puede continuar con la lactancia materna incluso si tiene fiebre y tos, manteniendo vigilancia y tomando medidas de higiene.

La lactancia no debería interrumpirse por los desafíos habituales que enfrentan las madres, como la falta de apoyo en el trabajo, la familia o el entorno. No es un proceso fácil: existen mitos y tabúes sobre amamantar en público, aunque se trata simplemente de alimentar y vincularse con el bebé. El apoyo familiar es crucial, ya que la lactancia a libre demanda implica alimentar al bebé con frecuencia, inclusive cada 2 o 3 horas y requiere comprensión de todos.

Existen políticas públicas en nuestro país específicas para promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida. La Ley 50 de 1995, reformada en 2020, protege este derecho, incluyendo modificaciones al Código de Trabajo. Esta legislación busca garantizar el derecho de las madres trabajadoras a amamantar a sus hijos, otorgándoles facilidades como tiempo y espacio adecuado en el trabajo para extraer o alimentar a sus bebés. En este caso se requiere una certificación médica del pediatra para constatar que la madre está en periodo de lactancia. Esto permite acceder a dos periodos de media hora o uno de una hora para la extracción de leche y el amamantamiento.

¿Qué hacer si la madre no puede amamantar por razones médicas?

Cuando una madre no puede ofrecer leche materna por motivos médicos, existen alternativas como los bancos de leche, donde los recién nacidos hospitalizados pueden recibir leche materna pasteurizada que ha sido donada por otras madres lactantes. Para niños mayores cuyas madres no pueden amamantar, se exploran otras opciones de alimentación.

En situaciones médicas que contraindican la lactancia materna, es fundamental brindar apoyo y orientación a las madres afectadas, quienes pueden experimentar un impacto psicológico considerable al no poder alimentar a sus hijos con leche materna como desearían. Es importante explicarles que, aunque existan condiciones médicas o tratamientos específicos —como en el caso de madres sometidas a tratamiento oncológico o que presentan infecciones como VIH—, la lactancia materna puede no ser posible y resulta necesario informarles sobre alternativas adecuadas para la nutrición de sus bebés.

En Hospiten Paitilla se brinda acompañamiento especializado en lactancia materna desde el nacimiento, promoviendo tanto la lactancia exclusiva como el apoyo a madres que no pueden amamantar. Además, se asesora en la transición hacia la alimentación mixta o en la continuación de la lactancia en casa, adaptándose a cada situación familiar.