De acuerdo con la iniciativa del “Día Mundial del Riñón”, 850 millones de personas pueden tener algún grado de daño renal y una de cada 10 sufre de enfermedad o insuficiencia renal crónica (ERC), en el mundo. Este último padecimiento implica la pérdida gradual y, hasta permanente, de la función de los riñones, desencadenando complicaciones cardiovasculares, anemia, hipertensión, alteraciones óseas, deterioro nutricional y funcional, e inclusive, el fallecimiento de los pacientes.
Las causas principales del desarrollo de esta enfermedad suelen ser, mayoritariamente, la diabetes (45 %) e hipertensión arterial (25 %). También, destacan factores como la edad avanzada, el tipo de nutrición de una persona, el consumo de ciertos medicamentos y drogas, la deshidratación crónica, el colesterol alto y las enfermedades del sistema inmune, entre otros.
“Se ha dado un aumento en la cantidad de casos de insuficiencia renal crónica, en el mundo. Es por eso que el cuidado de los riñones debe ser fundamental en toda persona, ya que estos eliminan las sustancias de desecho o toxinas producidas por nuestro cuerpo, como sales y agua, en sus funciones normales. Asimismo, son el reservorio de glucosa de nuestro metabolismo y liberan tres hormonas importantes: la eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos; la renina, que regula la presión arterial, y la forma activa de la vitamina D, que permite mantener el calcio dentro de los huesos”, indicó la doctora Rosario Espinoza, gerente médico de Roche Centroamérica y Caribe (CAC).
El Día Mundial del Riñón –creado por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN, por sus siglas en inglés) y la Federación Internacional de Fundaciones del Riñón (IFKF, por sus siglas en inglés)- busca concientizar acerca de la alta y creciente carga de la insuficiencia renal, en el mundo, así como de la importancia de implementar estrategias para prevenirla y tratarla a tiempo. “Salud renal para todos, en todas partes” es el lema del año 2019. (Ver recuadro: “Enfermedad de impacto nacional y mundial”).
Señales de alerta y tratamiento
Una persona con insuficiencia renal crónica puede presentar desde fatiga y vómito hasta retención de líquido, que suele manifestarse mediante edemas. También, insomnio, disminución en la producción de orina, dolores de cabeza, pérdida de peso, presión arterial alta, infecciones urinarias recurrentes y falta de apetito.
“Si un paciente presenta alguno de estos signos, de forma recurrente, es importante que acuda al médico de inmediato. Su detección temprana y tratamiento oportuno permitirán retrasar el avance de la enfermedad hacia una etapa terminal”, comentó la Dra. Espinoza.
Normalmente, este padecimiento suele diagnosticarse mediante pruebas de laboratorio –de función renal, electrolitos, examen de orina y de hemoglobina-, un ultrasonido de riñones y una biopsia renal. Si el resultado es positivo, su tratamiento dependerá de la etapa en que se encuentre.
En caso que el estadio sea de leve a moderado (I a III), la persona requerirá utilizar medicamentos que van desde diuréticos hasta antihipertensivos, vitamina D, eritropoyetina, calcio o hierro. Si el estadio es grave (IV o V) y según las características del paciente, se le tratará mediante diálisis peritoneal o hemodiálisis –para filtrar la sangre y extraer tanto los desechos como líquidos del organismo- y medicación oral.
“Un trasplante de riñón será la opción más acertada en aquellos casos en que la enfermedad tenga un índice de función renal menor o igual a 20 ml/min o cuando la persona esté en etapa terminal. El trasplante es sinónimo de mejor calidad de vida, menos restricciones en la dieta y hasta un menor riesgo de muerte”, detalló la gerente médico de Roche Centroamérica y el Caribe.
Consejos para cuidar los riñones y reducir el avance de la ERC
La falta de información acerca de las enfermedades renales, ciertas condiciones laborales a las cuales se enfrentan algunos trabajadores y la contaminación, entre otros, son factores que, indirectamente, pueden incidir en el incremento de casos.
Dado lo anterior, resulta importante dar a conocer algunos consejos que las personas pueden seguir para cuidar sus riñones o disminuir la progresión de su padecimiento. Uno de estos es medir la presión arterial y mantenerla estable.
Asimismo, se recomienda reducir el sobrepeso, consumir grasas no saturadas (aceite de maíz, oliva o girasol), controlar el tamaño de las porciones y disminuir la ingesta de alimentos ricos en fósforo (galletas o gaseosas).
Es importante controlar la diabetes, consumir agua potable, así como la cantidad referida por el médico tratante para evitar la deshidratación, y no utilizar fármacos tóxicos para los riñones.
Los familiares pueden contribuir, también, con la salud de los pacientes. Sus labores se orientan a acompañar a la persona en sus citas médicas, asistirle para la toma puntual de sus medicamentos y supervisar el cumplimiento de la dieta establecida. En caso de un paciente con diálisis peritoneal, se aconseja velar por la higiene del área respectiva.
Enfermedad de impacto nacional y mundial
• En Panamá, cerca del 12 % de la población sufre de una ERC. Además, alrededor de 15 pacientes ingresan al programa nacional de hemodiálisis, cada mes.
• Más del 17 % de la población mundial mayor de 20 años, padece de una enfermedad renal crónica.
• Cada año se diagnostican cerca de 250.000 nuevos casos de ERC terminal, a nivel global.
• Actualmente, más de un millón de personas son tratadas con diálisis, debido a este padecimiento, en el mundo.
• La insuficiencia renal crónica provoca alrededor de 2.4 millones de muertes, por año, a nivel global.
Fuentes: publicación “Enfermedad renal crónica en Panamá: resultados del estudio PREFEC y tendencias de mortalidad nacional 2017” (https://bit.ly/2SMGNkO), la Organización Mundial de la Salud, la Federación Internacional de Fundaciones del Riñón, la publicación “Nephrology Dialysis Transplantation” y la iniciativa del “Día Mundial del Riñón” (www.worldkidneyday.org).